Introducción

Los paradores históricos son una opción de alojamiento que ofrece una experiencia única en el turismo rural. En España, estos establecimientos son gestionados por la empresa pública Paradores de Turismo de España, y se caracterizan por encontrarse en edificios históricos restaurados y con una gran carga cultural y patrimonial.

Una experiencia auténtica y distinta

Alojarse en un parador histórico es una experiencia totalmente distinta a la que se puede vivir en cualquier otro tipo de alojamiento. La sensación de dormir en un castillo medieval o en un antiguo monasterio, por ejemplo, es sumamente especial. Además, la mayoría de los paradores ofrecen actividades culturales y gastronómicas para que los clientes puedan conocer más sobre la historia y costumbres del lugar.

Una red de paradores con gran patrimonio histórico

La red de paradores de turismo de España cuenta con más de 90 establecimientos, muchos de ellos catalogados como Patrimonio Nacional. Entre los edificios que albergan los paradores podemos encontrar palacios, conventos, castillos, monasterios y casas señoriales, la mayoría de ellos con siglos de historia a sus espaldas.

• Parador de Alcalá de Henares: Situado en el antiguo Colegio de San Jerónimo, en pleno corazón de la ciudad, este parador cuenta con un claustro renacentista y una iglesia del siglo XVII. Alcalá de Henares es una ciudad cargada de historia, pues es la cuna de Miguel de Cervantes.
• Parador de Ávila: Este parador se ubica en el interior de las murallas de la ciudad, en un antiguo palacio del siglo XVI. El edificio cuenta con un patio renacentista y una sala de exposiciones en la que se muestran piezas artísticas.
• Parador de Cangas de Onís: Este parador se encuentra en un edificio histórico a las afueras de la ciudad, rodeado de naturaleza y en un paraje montañoso. Es el lugar ideal para desconectar del mundo y disfrutar de la belleza del entorno.

Experiencias culturales y gastronómicas

Los paradores ofrecen experiencias culturales y gastronómicas para que los huéspedes puedan empaparse de la cultura e historia del lugar donde se hospedan.

• Programas culturales: Conferencias, visitas guiadas y rutas temáticas son algunas de las actividades que se pueden realizar en los paradores. Por ejemplo, el Parador de Santiago de Compostela, ofrece visitas guiadas por la catedral de Santiago y por los museos cercanos al establecimiento.
• Gastronomía local: Los restaurantes de los paradores destacan por su gastronomía, que se basa en productos y recetas típicas de la zona. Por ejemplo, en el Parador de La Granja de San Ildefonso se puede degustar el cochinillo asado, típico de Segovia.

Conclusión

Alojarse en un parador histórico es una experiencia única en el turismo rural. Los edificios restaurados y las actividades culturales y gastronómicas que ofrecen, aseguran una estancia auténtica y distinta para aquellos que buscan conocer España de una manera diferente. La red de paradores de Turismo de España, con más de 90 establecimientos, se convierte en una de las opciones más interesantes para aquellos viajeros que deseen combinar historia, cultura y relax.